¿Te has parado a pensar la de veces que manejas bolsas al día? A pocos objetos les damos tanto uso cotidiano como a las bolsas. Utilizamos bolsas cuando hacemos la compra diaria, tanto de plástico como térmicas, también nos da una bolsa el dependiente de la librería, el de la boutique de moda, en la ferretería… incluso muchas cosas que compramos vienen ya dentro de sus bolsas, convirtiéndose el packaging en parte del propio producto.

Luego, esas mismas bolsas las reutilizamos para hacer recados, para guardar cosas en casa o para tirar basura. Eso supone que al día se usan miles de millones de bolsas en el mundo y, como todo lo que se utiliza a tamaña escala, tiene una importante repercusión en el medio ambiente.

Pero claro, esa responsabilidad de millones de bolsas no puede recaer en ti, en el usuario, porque NO PUEDES VIVIR SIN BOLSAS.

Como persona particular puedes moderar su uso, reutilizar en casa y reciclar convenientemente las que no necesitas. Pero la verdadera responsabilidad está en manos de las compañías que fabricamos esas bolsas.

En JaDíaz sabemos que no puedes vivir sin bolsas y que nuestro trabajo aporta un grado de bienestar en tu vida. Y también somos conscientes de nuestra responsabilidad con el medio ambiente, así que puedes estar tranquilo.

Innovamos con materiales biodegradables y compostables, estudiamos diferentes fórmulas de fabricación y diseños óptimos, siempre pensando en el reciclaje y la reutilización. Porque ese medio ambiente también es también el nuestro y el de nuestros hijos.  

¿Adivinas por qué se nos ha ocurrido bautizar a esta bolsa con un nombre tan singular? Lo cierto es que su “trompa” es tan característica que es imposible no acordarse del fabuloso paquidermo.

Pero lo más original de la bolsa elefante no es su nombre, sino su diseño y practicidad a la hora de llevar botellas al contenedor de reciclaje.

¿Cuántas veces no te has encontrado frente al contenedor sacando las botellas una a una de la bolsa?

Seguro que es una escena que te suena familiar. Y seguramente también suele ser una situación accidentada, en la que se te caen botellas al suelo, se te rompe la bolsa o se te ponen las manos perdidas de restos de comida y bebida.

Con la bolsa elefante te evitas todos estos problemas porque enfocas directamente la trompa al agujero del contenedor y las botellas caen dentro sin necesidad de tocarlas.

Un gesto tan cívico y cotidiano como reciclar botellas tenía encontrar una solución práctica por parte de JaDíaz Global.

¿Y cómo es que no se le ha ocurrido a nadie antes?, pensarás.

Esa pregunta tiene una respuesta sencilla: porque ningún fabricante se había preguntado antes qué bolsa podemos hacer para ayudar a la gente a reciclar vídrio. Y ese tipo de pensamientos son el ADN de nuestra empresa y el motor de nuestra innovación. Por eso, cuando decimos que en JaDíaz Global nos preocupamos por el medio ambiente no lo decimos por decir.

La bolsa elefante es un claro ejemplo de que nos importa el reciclaje… y la gente que recicla.